Soy un gnomo que espera en la puerta de tu jardín.
Sales por el manzano, el que te huele bien, el que te besa la mano.
Soy el gnomo que espera que caigas dormido.
Entonces ordeno tu viaje azul,tibio.
Rechino los dientes a los faunos de tu bosque y germino lilas
un ejército privado que vigila tu sueño.
Soy el gnomo que espera que caigas dormido para tocar la flauta.
Me inclino a verte y no,
no fue la silueta de una montaña, solo el sombrero que se me baja
lo que tus párpados dejaron ver cuando la música estaba fuerte.
Porque soy el gnomo que espera que caigas dormido para tocar la flauta y bailar
así ajusto mis botas y danzo, muevo el viento y sonrío y lloro
que el rocío que te baña
para que ya despiertes, abras las ojos
son solo pocas lágrimas
de gnomo.