jueves, 17 de febrero de 2011

Continuum


Anochece
y el sueño se obnubila en el techo
más de mil deseos pugnan
en una afrenta sangrienta, su turno en la cosecha
una casilla apenas aclarada por lejanos
puntos de luz de la arena plateada.
Siguiendo el código de dios por amor de dios
o, mejor dicho, a qué dios debo el adiós?
Aparezco en el lomo de un animal
a lo mejor es solo una gruesa mata de pelo
de alguien que me lleva en sus espaldas
y raudo sudor dichoso
al sueño.

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